Acerca del desarrollo sustentable

Medio ambiente, desarrollo sustentable, son términos muy usados e instalados en la agenda pública, aunque no es menos cierto que en la realidad de los hechos no tienen la misma intensidad que los enunciados.

Los problemas ambientales, y los conflictos que surgen, se originan en la relación de la sociedad con la naturaleza. De ella nos abastecemos  para satisfacer necesidades de vida, de producción y consumo, generando a la vez residuos y dando lugar a dos  cuestiones centrales: el agotamiento de los recursos naturales y la contaminación.

En un presente signado por la atención de lo inmediato y el consumismo, el tratamiento de estos temas -que a veces no son muy visibles o que parecen cosas de especialistas o de un futuro que no llegará- pierde relevancia frente a otras prioridades.

Por ejemplo, cuestiones resonantes del presente como los impactos ambientales de la minería a cielo abierto o el método de fractura hidráulica para la explotación de hidrocarburos no convencionales, se van diluyendo con pocas respuestas.

Algunos factores de tipo político pueden explicar la desatención o el tratamiento inadecuado:
  1. Un marco institucional de poco respeto republicano por la división de poderes y la participación ciudadana.
  2. La legislación, que puede considerarse insuficiente pero que tiene alto grado de incumplimiento y falta de reglamentaciones a nivel nacional y provincial.
  3. La falta de información de calidad, los obstáculos para acceder a la existente, la poca promoción participativa de actores y sectores de interés para la toma de decisiones y la construcción colectiva.
  4. Las contradicciones del autodenominado modelo nacional y popular, pero que pone a disposición de intereses económicos concentrados (de máximo beneficio a menor plazo) los recursos naturales y servicios ambientales provocando perjuicios al interés general y favoreciendo la “economía de mercado” que critica.
  5. Cierta cultura sobre la idea de existencia ilimitada de recursos (agua, energía, biodiversidad, etc.) para su extracción o explotación sin considerar su finitud y necesidad de conservación y regeneración.

Proteger el ambiente no es antagónico con el desarrollo económico, ni con el objetivo de equidad social que debemos defender. Al contrario, el desarrollo sustentable se integra con tres componentes principales: el crecimiento económico, el desarrollo social y el cuidado del ambiente. Se trata de producir bienes y servicios haciendo buen uso y manejo del medio ambiente sin que ello signifique perder rentabilidad o competitividad. Justamente, la innovación, la investigación, generan inversiones en nuevas tecnologías y productos con más puestos de trabajo.

El diseño y la implementación de políticas de desarrollo sustentable debe estar orientado a evitar el deterioro de los ecosistemas y mejorar la calidad de vida de la población combatiendo la pobreza y la exclusión social.

En gran parte las cuestiones planteadas dependen de la capacidad del Estado, en todos sus niveles, para regular las actividades; pero también para articular intereses diversos, para superar conflictos y lograr acuerdos apuntando a nuevos comportamientos de empresarios y consumidores, para la planificación territorial.

En este sentido la calificación de recursos humanos con que se cuente es un factor importante, como también los niveles de descentralización estatal con más autonomía de los municipios para la asunción de responsabilidades, para generar condiciones de máximo aprovechamiento de los recursos y sustentabilidad para las generaciones presentes y futuras.

Orlando Costa
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